Una de las cosas que aprendí a lo largo de mis 45 años de vida, es que uno debe quererse y valorarse siempre, no dejar que las situaciones que uno vive o las personas que están a nuestro alrededor nos hagan pensar o sentir diferente.
La vida es muy valiosa y hay que disfrutarla, no sobrevivirla... Hoy es tiempo de cambios y eso significa dolor y crecimiento muy necesarios para continuar y ser feliz.
Soy una agradecida a Dios por mi vida, aunque haya sufrido enormes perdidas pero el solo hecho de estar y sentir me reconforta.
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