Fertilización asistida sin Ley

Durante cuatro años, mi marido y yo, sólo nos dedicamos a hacer tratamientos de fertilidad asistida. Fue una lucha física, mental, moral y económica. Hicimos ocho tratamientos en total, con tres embarazos perdidos, uno gemelar y de término. Esto nos dejó un amargo sabor de boca sin consuelo por las pérdidas y sin tener ningún tipo de contención. Pasamos esos cuatro años postergando muchas cosas, desde necesidades básicas hasta vacaciones y encima nos quedamos endeudados persiguiendo un sueño, el de ser padres. La infertilidad es una enfermedad que la padecen muchas parejas jóvenes del país y necesita ser tratada con responsabilidad. Espero que las autoridades del país asuman este problema y puedan destinar los fondos necesarios para ayudar a muchos argentinos. Nuestros representantes deberían poner el mismo énfasis para tratar la Ley d Fertilidad Asistida, como la que pusieron para tratar la "democratización de la justicia". Para nosotros el tiempo ya pasó..., pero aún quedan muchos compatriotas que tienen la ilusión de ser padres biológicos, por eso les pido de corazón a los legisladores que dejen de dar vueltas y aprueben esta ley¡¡¡¡¡